Por Fabiola Bereche Alvarez
Por Julio Talledo. 03 agosto, 2011.Llegamos a julio y ya las instituciones y las calles tienen un ambiente festivo: banderas en las casas o escarapelas que portan niños o adultos. Pero, en este entorno, ¿se ha preguntado usted cuántos años de independencia cumplimos?
Por cultura general sabemos que el general José de San Martín proclamó la Independencia del Perú el 28 de julio de 1821, entonces, estaríamos cumpliendo ciento noventa años o nuestro ciento noventa aniversario patrio. ¿Qué le parece si en lugar de usar estas formas lingüísticas tan comunes, decimos “Este 28 de julio celebraremos nuestro centésimo nonagésimo aniversario”?
En la lengua actual existe una marcada tendencia a evitar el uso de los ordinales cuando estos superan la segunda o tercera decenas. Se genera confusión con el uso de los numerales fraccionarios, como en “El trámite lo debe hacer en el onceavo piso del edificio” en vez de decir “en el undécimo (o decimoprimer) piso del edificio”; o con el uso de los cardinales, como en “Está leyendo el capítulo veintiocho”, en lugar de “el vigesimoctavo capítulo”.
Semánticamente, los numerales ordinales expresan el lugar que corresponde a una persona o una cosa en una sucesión o una jerarquía; sin embargo, la Real Academia Española (RAE) no considera erróneo el uso de los fraccionarios o cardinales en lugar de aquellos.
Sintácticamente, los gramáticos han discutido largamente si los ordinales son o no pronombres. Por ejemplo en “Comiste el primer pedazo de torta, entonces come el segundo”; en el segmento “…el segundo –” habría un núcleo nominal tácito, donde “segundo” es adjetivo y “–“ es un sustantivo tácito; otros teóricos, optan por duplicar las clases de palabras a las que pertenecen y, para ellos, “segundo” es un pronombre ordinal.
Los ordinales también pueden funcionar como adverbios. Según la RAE, con excepción de “primeramente”, los adverbios ordinales terminados en –mente son raros en el español de hoy. La nueva gramática equipara a “primeramente” con “en primer lugar”, “considerado a primera vista”, “ante todo, antes que ninguna otra cosa”.
Morfológicamente, se considera arcaísmo el uso de la forma apocopada con sustantivos femeninos (aunque desde el siglo XVI hasta la mitad del siglo XX pervivió). Lo vemos en: “Fue la primer ciudad que visitamos”, la RAE prefiere “Fue la primera ciudad que visitamos”.
Para usar los ordinales es necesario conocerlos. Del 1° al 10° son: primero, segundo, tercero, etc. Las decenas: vigésimo (20), trigésimo (30), cuadragésimo (40), quincuagésimo (50), sexagésimo (60), septuagésimo (70), octogésimo (80), nonagésimo (90). Los correspondientes a las centenas son: centésimo (100), ducentésimo (200), tricentésimo (300), cuadringentésimo (400), quingentésimo (500), sexcentésimo (600), septingentésimo (700), octingentésimo (800), noningentésimo (900). A partir de mil, son: milésimo, diezmilésimo, cienmilésimo, diezmilésimo, cienmilésimo y millonésimo. Los ordinales intermedios se forman por yuxtaposición. Los de la primera y segunda decena se pueden escribir en una o dos palabras aunque la RAE prefiere las grafías univerbales (“decimotercero”). A partir de la tercera decena solo se emplean las grafías pluriverbales (cuadragésimo segundo); sin embargo, no se censuran las grafías univerbales para estos casos.
Si volvemos un momento a nuestro mes patrio, se comenta que la Independencia del Perú es un capítulo más en las guerras de emancipación hispanoamericanas que comenzaron en 1808, si así fuera, como americanos, estaríamos celebrando nuestro ducentésimo tercer aniversario. Si atendemos posturas que afirman que los precursores empezaron las batallas desde 1812, tendríamos que celebrar nuestro centésimo nonagésimo noveno aniversario. Si defendemos la idea de que la verdadera independencia recién se dio con la última batalla en 1824, entonces celebraríamos el centésimo octogésimo séptimo aniversario de la Independencia del Perú.
Juzgue usted, querido lector.
Facultad de Humanidades.
Universidad de Piura.